Juan Cu
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Correspondances
Charles Baudelaire
La Nature est un temple où de vivants piliers
Laissent parfois sortir de confuses paroles;
L'homme y passe à travers des forêts de symboles
Qui l'observent avec des regards familiers.
Comme de longs échos qui de loin se confondent
Dans une ténébreuse et profonde unité,
Vaste comme la nuit et comme la clarté,
Les parfums, les couleurs et les sons se répondent.
Il est des parfums frais comme des chairs d'enfants,
Doux comme les hautbois, verts comme les prairies,
Et d'autres, corrompus, riches et triomphants,
Ayant l'expansion des choses infinies,
Comme l'ambre, le musc, le benjoin et l'encens,
Qui chantent les transports de l'esprit et des sens
CORRESPONDENCIAS
Charles Baudelaire,
Traducción Juan Cu
La natura es un templo con vivientes
columnas que revelan turbias voces,
oídos por nosotros sus atroces
símbolos observados y evidentes.
Largos ecos, muy lejos y aturdientes,
desde lo más profundo de sus goces,
la unidad de la noche y sus precoces
transparencias coexisten dependientes.
Los aromas, sonidos y colores,
el verde de los bosques, el oboe,
la carne de los críos sus olores,
que infinitas se expanden, corruptores,
como el ámbar, la mirra y el benzoe,
respondiéndo a la mente sus errores.
CORRESPONDENCIAS
Charles Baudelaire
Traducción Juan Cu
La Naturaleza es un templo donde vivientes pilares
a veces dan voz a las palabras confusas;
el hombre pasa alli através de bosques de símbolos
que lo observan con mirada familiar.
Como largos ecos que a lo lejos se confunden
en una tenebrosa y profunda unidad,
vasta como la noche y como la claridad,
perfumes, colores y sonidos se responden.
Hay perfumes frescos como carne de los infantes,
Dulces como oboes, verdes como las praderas,
y otros, corruptos, ricos y triunfantes,
que tienen la expansión de las cosas infinitas,
como el ámbar, el almizcle, el benjuí y el incienso,
y cantan los transportes de la mente y los sentidos.